De una vesss habisooo,,.,,.,el siguientte postt NO ess sovre musikitassde baile,.,.,,,OKK?
hadbertidos stann...,.,.,
El pasado sábado 19 se cumplieron 30 años ya del terremoto del 85. Aquel suceso gacho que no deja de conmovernos a todos.
Homenajes
luctuosos, los hubo. Obviamente que también se llevó a cabo el ya
acostumbrado mega-simulacro de mediodía. Incluso ese mismo día se echo a
andar el loco sistema de alerta sísmica que en caso de alguna
emergencia, hará sonar desde sus feos altavoces, el horrendo tono de
"miaumiaumiau". Ese que ha provocado tanto terror en mucha gente. Hasta
el punto de hacer que visitantes extranjeros nunca mas vuelvan a nuestro
país, por el impacto provocado ante su escucha. Es que suena de su puta
madre! A poco no? El guei que la "diseñó" neta que es un pinche ojete
de mierda. Quería provocar estado de alerta y lo que logra es un puto
pánico bien cabrón.
Y
bueno, también cosa lógica de tal fecha es recordar al "profeta del
nopal", una de las tantas vidas que el pinche temblor se llevó.
Aquí
les dejo "Rockdrigo en casa (la ultima y nos vamos)", especial
transmitido por Radio Educación ese mismo sábado 19 por la noche.
El
productor radiofónico y programador musical Rodrigo De Oyarzabal nos
presenta a lo largo de 4 horas de transmisión, parte importante del
material del poeta tamaulipeco (incluyendo algunos materiales
prácticamente inéditos). Además de un buen de reinterpretaciones de la
obra de este mismo de parte de otros músicos, tanto del rollo rupestre
como de otros estilos diversos. Del folk al rock. De la trova al reggae.
Del huapango al jazz. Y así y asá.
Briseño, Amparo Ochoa, Tex Tex, Santa Sabina, Follaje, Amandititita, La Orquesta Mondragón, Neil Young, Donovan, etc...
Además,
el señor Oyarzabal nos cuenta de primera persona sobre su experiencia
de conocer al Rockdrigo, de como Radio Educación no seria lo mismo sin
la figura del trovador rústico más emblemático de nuestro país. De como
nuestra ciudad, la mera capirucha, después de 30 años de aquél "pasón de
cemento", aun llora a sus muertos. Y claro, aun llora al autor de
algunas de sus más chidas crónicas con guitarra de palo.
A gozar el homenaje al buen Rockdrigo, mis amados cabrones.
Rockdrigo en casa
(la ultima y nos vamos)
Radio Educación